La lejanía de la región patagónica de los centros de complejidad médica y de mayor desarrollo profesional marcó una historia de migración y desarraigo de pacientes que necesitaban de una atención específica.

Con la especialización tecnológica y los equipamientos de alta complejidad del SAMIC El Calafate, esta realidad comenzó a cambiar por la posibilidad de aumentar los índices de retención de pacientes que pueden lograr una respuesta en la localidad y resolver sus requerimientos sin perder la contención del contexto.